Volver a sonreír 

No hay muchas cosas de las que me arrepienta, no soy de esas personas que pasa la vida lamentándose. Pero si hay algo que lamento es no haber cuidado la dentadura lo suficiente en mi juventud. Pasé mucho tiempo sin ir al dentista, y no será porque mis padres no insistieron. Pero yo lo fui dejando y dejando y me encontré con bastantes problemas cuando finalmente acudí al dentista. 

Hay que tener en cuenta que no todos tenemos las mismas características en nuestra dentadura. Mi madre tiene una salud bucodental de hierro, sin embargo, mi padre siempre ha tenido bastantes problemas con los dientes. A todas luces, yo he heredado la dentadura de mi padre. Que no se me malinterprete, no estoy echando la culpa de mis problemas a la herencia, pero es un hecho que influye. Razón de más para haberle hecho caso y acudir antes al dentista de lo que hice.

Como todo el mundo sabe, los problemas en los dientes conllevan perjuicios a nivel de salud, pero también importantes desembolsos económicos. Pero una vez que se recondujeron los temas más graves decidí que no iba a reparar en gastos si se trataba de la dentadura. Preferí invertir en mi salud bucodental y apretarme el cinturón con otras cosas. 

Y uno de los tratamientos por los que he apostado es por laortodoncia invisible en Santiago de Compostela que me recomendó mi dentista. Una vez solventados los problemas más graves, como he dicho, era el momento de ocuparse también de la estética. Y entre las opciones más populares en la actualidad están las microcarillas, unas prótesis muy finas adheridas a las piezas dentales que mejoran la apariencia de problemas como malformaciones o diferencias de color. 

Yo ya había pasado por otras técnicas muy conocidas como la endodoncia o los implantes, pero en este caso se trataba de algo más novedoso y delicado. Cuando me explicaron cómo funcionaban y me mostraron un ejemplo de cómo solucionan problemas que yo tenía decidí confiar en las microcarillas dentales en Vigo. Y la verdad es que hasta ahora han sido todo un acierto: ya vuelvo a sonreír sin ningún reparo.

Miedo y enfermedad 

Me levanté sobresaltada y fui al baño. Y cuando estaba allí, medio somnolienta, descubrí aquella mancha en el brazo, algo que, juraría, no había visto hasta ese momento. Desde luego que no era mi mejor época y no supe llevar aquel asunto con mucha paciencia. Soy de naturaleza aprensiva y padezco mucho con los dolores y las enfermedades, o más bien cabría decir con los miedos a la enfermedad. No sería la primera ni la segunda vez que terminaba en un especialista haciéndome mil y una pruebas para descartar una dolencia grave.

Tengo que decir que los dos años de pandemia no ayudaron en absoluto a mi problema de aprensión. Ver cada día en las noticias todas esas historias de muerte y terror me convirtieron en una persona aún más aterrada y nerviosa. Y aunque la pandemia a estas alturas ya parezca un mal sueño yo todavía no me he recuperado de aquello, aunque las historias de gente como yo ya no protagonicen las noticias porque no venden.

Así que así estaba yo mirándome la mancha del brazo y cogiendo la tablet para buscar Especialistas en dermatología médica quirúrgica en Vigo. No sería la primera vez que buscaba un dermatólogo. Había tenido un problema en el pasado por tomar el sol en exceso y se me habían quitado las ganas de ir a la playa en una temporada. Pero este asunto parecía diferente y quería estar segura de qué se podía tratar.

La dermatología quirúrgica es el estudio, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de la piel, desde las más conocidas como el acné hasta las más complejas como el propio cáncer de piel. Y, por supuesto, yo estaba pensando en eso cuando me vi la mancha y pensé en aquel problema que había tenido en el pasado por tomar el sol en exceso. 

Y así fue como busqué Especialistas en dermatología médica quirúrgica en Vigo, dando vueltas a todas las opciones. Pero cuando estaba a punto de volverme a dormir recordé que había caído corriendo hacía un tiempo y me había quedado esa marca en el brazo… que ya se me había olvidado. Respiré aliviada, pero me prometí que, desde aquella noche, trataría de llevar con mucha más calma mis temores.

¿Qué decisiones hay que tomar cuando fallece una persona?

El fallecimiento de una persona cercana es un momento muy doloroso, pero también requiere tomar una gran cantidad de decisiones al momento. Algunas personas prevén esto y contratan un seguro que se encarga de prácticamente todo pero incluso con esta ayuda hay cosas que van a quedar al criterio de la familia.

Tanto si hay un seguro como si no, lo primero que debe de decidir la familia es quién será su representante. Esta persona será la que se encargue de tratar con la funeraria y de ir ultimando todos los detalles, así como de transmitir los deseos del difunto para que sean respetados. El representante consultará con la familia lo que sea necesario, pero siempre es recomendable que una sola persona sea la que se erija en representante.

Contratar los servicios de los mejores profesionales de Funeraria Zamora siempre facilitará las cosas, ya que estos se encargarán de llevar el peso de todo el protocolo a seguir. La familia podrá escoger detalles como el ataúd, el tanatorio que quieren utilizar o el tipo de ceremonia que quieren llevar a cabo, así como si se dispondrá de autobuses, si se admiten flores etc.

Pero no será necesario que piensen en todas estas cosas, sino que la funeraria se encargará de ir preguntando cada detalle para saber cómo se prefieren hacer las cosas. También se encargarán de los detalles administrativos, como por ejemplo conseguir un certificado de defunción, tan importante para los trámites y papeleos que vendrán a continuación.

El trabajador de la funeraria puede aconsejar a la familia sobre las ventajas de un tanatorio sobre otro o incluso ayudarles en el caso de que haya que comprar un nicho o realizar algún otro trámite urgente. Y, una vez pasado el momento del entierro, también ayudarán a conseguir documentos como el certificado de últimas voluntades y orientarán a la familia sobre los trámites a realizar para solucionar los papeleos a los que tendrán que enfrentarse: cierre de cuentas bancarias, aceptación de herencias etc.

Contar con un buen acompañamiento profesional en estos momentos es muy importante y evita que en momentos tan difíciles haya que añadir todavía más tensión y preocupación al tener que ocuparse de todos los pasos a dar. De esta forma, la familia solo tendrá que ocuparse de responder a las preguntas que le hagan y de atender a quienes vienen a presentar sus respetos al fallecido.

CADA UNO COMO LE GUSTE

Está más que claro que la pizza es una comida que nos gusta a todos o a casi todos. Porque siempre hay algún rarito al que no le gusta la pizza, ni siquiera si lleva los ingredientes que supuestamente le gustan. 

A una de mis amigas por ejemplo no le gusta el queso en la pizza y se pide la pizza siempre sin queso, me pregunto qué dirán en la pizzería cuando les piden una pizza sin queso.

Por ejemplo, al padre de uno de mis amigos si no le pones en la pizza una lata de Conserva de Anchoas del Cantábrico en Aceite de Oliva, no come la pizza porque él dice que la pizza si no lleva anchoas no está buena. Creo que esa es su opinión porque para mí las anchoas en la pizza son demasiado fuertes. Personalmente no soy de ponerle a la pizza ingredientes extraños, es más, todo lo contrario, yo con una pizza simple de jamón cocido y queso soy la persona más feliz de este mundo.

Ahora ya no, pero hasta no hace mucho tiempo la pizza era mi comida oficial de los domingos, ya que es una comida que puedes comer perfectamente aunque hayas salido por la noche y no tengas en estómago en las mejores condiciones, y que si no te lo puedes comer a la hora puedes dejarla hasta la noche que se va a conservar muy bien.

Y está claro que cuando viajo la pizza normalmente se convierte en mi comida, ya que soy bastante raro a la hora de comer y esa es precisamente la razón por la que casi no viajo nunca y si viajo normalmente no es muy lejos de mi comunidad. Lo de probar cosas nuevas no es algo que me apasione, más bien me aterra y es algo que me influye mucho cuando me dicen de viajar a algún lado. Al único sitio al que viajo sin protestar es a la montaña para esquiar ya que no tengo que ir demasiado lejos y me puedo llevar lo que voy a comer en la mochila.

CADA UNO ES ORDENADO A SU MANERA

Una pareja de amigos míos han tenido ya a su cuarto hijo y su casa siempre parece una leonera, con todos los juguetes tirados por todos lados. Y creo que por lo que me han comentado tienen pensado en contratar los servicios de una empresa de limpieza de casas Vigo para ver si de esta forma consiguen que el orden y la limpieza sean algo normal

en esa casa. 

En mi casa tampoco es que seamos muy desordenados pero tampoco es que hubiésemos sido de los más ordenados. Pero personalmente creo que he mejorado mucho con el paso de los años en el tema de ser ordenado. Desde niño he tenido un dormitorio para mi solo, por lo que tenía bastante espacio particular para poder tenerlo como todo lo desordenado que quisiese o que mi madre me permitiese, pero hoy en día ya he conseguido mantener mi habitación lo más ordenada posible. Es cierto que de vez en cuando vuelve mi antiguo yo que lo tira todo al suelo, pero rápidamente lo recojo para no tener que hacerlo después.

Hasta en el colegio me castigaban por ser desordenado, una vez me castigaron a mi y a uno de mis amigos por tener el pupitre desordenado, ya que metíamos todo para adentro sin pensar en lo que ya había dentro.

Hoy en día pienso que ser ordenado es bastante simple y necesario para poder encontrar todas nuestras cosas sin esfuerzo para no perder el tiempo. Porque ¿cuánta gente se pasará buscando las cosas que no encuentra porque es demasiado desordenada? Por lo que puedo saber, hay bastante más gente que pierde el tiempo en buscar sus cosas de lo que nos podemos imaginar. Porque de puertas afuera de su casa cada uno tenemos un comportamiento diferente al que tenemos dentro de nuestras casas. Fuera de casa todo el mundo intenta ser un poco mejor y más organizado que cuando están solos en sus casas y no tienen a nadie que les pueda juzgar por su comportamiento, y eso es más que nada por el qué dirán, pero no deberíamos comportarnos de diferente manera porque cada uno es como es.

Este año no tengo tiempo 

Me gustan mucho los calendarios. Cuando alguien viene a casa seguro que piensa que tengo alguna obsesión con el tiempo porque está todo lleno de calendarios. Hay uno por habitación, y en alguna hasta dos calendarios. Bueno, en el baño no tenemos, pero nunca se sabe. En esta afición por los calendarios puede que influya el hecho de que soy un trabajador autónomo y siempre me estoy organizando y reorganizando la jornada laboral.

La verdad es que lleva tiempo organizar el tiempo, valga la redundancia. Pero es algo que me satisface. Siempre me ha gustado organizarme a mi manera, ya desde mi época de estudiante. Nunca fui a una academia de refuerzo. Si alguna asignatura se me daba mal, que las había, yo mismo las reforzaba porque no me gustaba nada que me marcaran el paso. Ahora con el trabajo pasa igual.

Tal es mi interés por la organización del tiempo que todos los años solía diseñar calendarios personalizados para la familia, tanto para la mía como para la de mi mujer. Partiendo de una base común, solía diseñar tres calendarios anuales con fotos nuestras, variándolas según el destinatario. Lo disfrutaba mucho porque siempre me gustó hacer esta clase de diseños y hoy en día es más fácil con los programas que existen online. Pero me llevaban mucho tiempo hasta el punto de que empezaba a trabajar con ellos hasta mes y medio antes de que finalizara el año para que llegaran a tiempo justo al comienzo del año siguiente.

Pero este último año lo he tenido que descartar. Tan solo solo me hecho mi propio calendario personalizado y he tenido que descartar los calendarios para la familia por falta de tiempo. Y es que cada día tengo más trabajo y ya me come parte del tiempo que dedicaba a otras cuestiones de ocio. A decir verdad, nadie me había pedido estos calendarios, más bien era una cosa que yo me acostumbré a hacer y no sé hasta qué punto la familia los apreciaba como yo. Veremos para el año que viene si consigo hacer un hueco para mis queridos calendarios.

Con la calculadora en la mano 

La economía familiar siempre es un asunto delicado. A todos nos gustaría no tener que estar calculando los gastos y los ingresos permanentemente, pero con los tiempos que corren hay que prevenir antes que curar. Así que llegué a un acuerdo con mi mujer para evaluar los gastos que teníamos de cara a seguir un plan para los próximos años. Se trataba de detectar ámbitos en los que se podía ahorrar cambiando algunas costumbres. 

Ni mi mujer ni yo somos muy ahorrativos, no me gusta mucho pensar en el dinero porque enerva estar todo el día calculando lo que se puede y lo que no se puede hacer, lo que se puede y no se puede comprar, siempre hablando de cosas pequeñas. Si hablamos ya de comprar un coche o una casa desde luego que hay que pensarlo bien. Me refiero más bien a andar en el supermercado ahorrando unos céntimos.

Pero la realidad es que hay que estar preparado para el futuro. Por eso yo voy a cambiar algunas viejas costumbres como la de acudir al aeropuerto en taxi. Viajo mucho por trabajo y siempre solía acudir en taxi, porque algunos de los vuelos salen a horas en las que el transporte público ralentiza mucho la llegada. Pero el taxi es demasiado caro, así que he empezado a mirar Parking low cost barajas de cara a comenzar a ir en nuestro coche al aeropuerto. 

No son muy fanático de conducir, pero sobre todo me daba un poco de reparo dejar el coche durante varios días en el entorno del aeropuerto y por eso optaba por los taxis. Pero el dinero que mensualmente me podía llegar a gastar en taxis no compensaba en absoluto. Así que por eso he estado mirando otras opciones más económicas.

Para dejar el coche cerca del aeropuerto existen servicios de Parking low cost barajas que vigilan el vehículo durante la ausencia del propietario y además cuentan con servicios de recogida en el propio aeropuerto que te acercan al parking, una fórmula práctica, pero sobre todo más económica para ahorrar un buen dinero mensualmente.

HISTORIAS PARA EL RECUERDO

No hace demasiado tiempo ha fallecido el padre de uno de los integrantes de mi pandilla y como no podía ser de otra manera fuimos casi todos los amigos que podíamos ir. Aunque tuvimos una confusión con el tanatorio, ya que nos parecía ilógico que lo fueran a enterrar en un cementerio y no le fuesen a velar en el tanatorio de ese cementerio pero estábamos equivocados y le velaban en otro tanatorio al otro lado de la ciudad, menos mal que habíamos ido con algo de tiempo y pudimos ir a los dos sitios. Cuando le preguntamos a nuestro amigo el porqué de esto, nos comentó que su padre había contratado unos seguros decesos adeslas y que tenían un convenio con ese tanatorio y por eso el velatorio no era en el otro tanatorio.

El padre de este amigo mío era un hombre encantador que te contaba unas historias con las cuales te reías un montón. Lo conocí en el bar al que solemos ir siempre y en el mismo bar también conocí a un señor que era amigo suyo de toda la vida y que habían jugado al fútbol juntos cuando eran jóvenes. Pero eso sí cuando contaban sus historias del fútbol parecían hermanos porque cada uno contaba su versión de las cosas y cada uno decía que el otro mentía o que era el favorito del entrenador y que por eso jugaba. Las historias de estos dos con sus partidos de fútbol, era uno de mis temas de conversación en el bar y ahora ya no van a volver, ya que uno ha fallecido y el otro ya no viene al bar a las mismas horas a las que vamos nosotros por las noches los fines de semana. Ahora supongo que tendremos que ser nosotros los que les contemos nuestras batallitas a las nuevas generaciones para que no pasen desapercibidas como no pasaron las que me contaban estos señores. Yo también tengo mis historias de partidos de fútbol ya que he jugado desde que he tenido la edad permitida hasta que me lesioné la rodilla con casi cuarenta años.

¿Qué son las rabas?

Por rabas se entiende una forma de cortar el calamar en tiras anchas. Se trata de un corte diferente a los típicos aros de calamar que se han comido tradicionalmente. Las rabas son típicas de Euskadi y de Cantabria, pero hoy podemos encontrarlas en prácticamente toda España.

Mientras que los aros de calamar suelen ser algo finos y con una textura crujiente, las rabas son gruesas y llenan más la boca. Pero en ambos casos la calidad es la misma ya que el producto es idéntico. Podemos encontrar rabas rebozadas frescas o rabas congeladas para hosteleria con tanta calidad estas últimas que pueden incluso resultar complicadas de distinguir.

El problema está en que en algunos establecimientos en lugar de servir calamar sirven pota o potón, que es un producto mucho más económico y que tiene un sabor bastante menos intenso. Este tipo de “primos lejanos” del calamar son de mayor tamaño y por eso no se suelen encontrar en aros, pero es fácil imitar al calamar cortándolos en rabas.

No se pueden vender rabas y que estas sean de pota, potón o similar. Las rabas, sobre todo si no se especifica otra cosa, tienen que ser de calamar nada más. Pero es un engaño o fraude que, por desgracia, es bastante frecuente. Sobre todo, en lugares con mucho tránsito de gente como los puestos de verano en los que paran muchas personas que no comen este tipo de platos de manera habitual y que pueden incluso desconocer qué son realmente, por lo que al servirles un producto diferente no pueden darse cuenta de la diferencia.

Otra cosa es que en la carta figuran rabas de potón, ya que, en este caso, aunque el término podría no estar utilizado correctamente para los puristas, el cliente sabrá exactamente por lo que está pagando y qué se le va a servir, lo que ya no estaría siendo un engaño.

Si un cliente es consciente del engaño, puede denunciar al establecimiento para que se investigue qué es lo que están sirviendo realmente y si se está produciendo un fraude al consumidor. Si bien los productos antes mencionados pueden ser muy ricos y no suponen ningún problema para quienes los comen, el hecho de cobrarlos a un precio muy superior al que les corresponde y de hacer creer que son otra cosa, es totalmente ilegal y tendrá consecuencias para el local.

Coches compactos, uno de los modelos más demandados en renting

El Renting de coches compactos vive su edad dorada debido a la popularidad y oferta prestacional de este segmento, caracterizado por el tamaño mediano de sus vehículos. Sin embargo, los compactos o hatchback son mucho más que eso. Gracias a su carrocería dividida en dos volúmenes y su diseño a caballo entre las berlinas y los utilitarios, este modelo goza de una versatilidad y rendimiento incomparables.

 

Una de las razones por las que los compactos triunfan en el sector del renting es la asequibilidad. A diferencia de los SUVs, los sedanes o las pickups, este tipo de vehículo cuenta con una horquilla de precios accesibles a pequeños y grandes ahorradores. Lógicamente, no todos los fabricantes comercializan coches de renting económicos, pero la relación calidad-precio es muy competitiva, en general.

 

Por otra parte, la creciente demanda de compactos en el renting se explica por su alta movilidad. Los atascos las vías saturadas y otros males de grandes núcleos urbanos no son un problema para este tipo de vehículos, poseedores del tamaño idóneo para desenvolverse en pequeños y grandes municipios, con independencia de la afluencia de la masificación del tráfico.

 

Otra ventaja del coche compacto que cada vez más conductores valoran es la facilidad para estacionar. La longitud mediana de su chasis simplifica la tarea de maniobrar y posicionar el vehículo por espacios reducidos y angostos. Aunque no pueden competir con los microcoches y modelos urbanos del segmento A, los propietarios de compactos tienen motivos suficientes para ‘sacar pecho’ a la hora de aparcar.

 

Los compactos también son sinónimo de rendimiento, equipamientos y prestaciones elevadas, como han puesto de manifiesto modelos como el Seat León, el Mazda3 y el Mini Countryman.

 

En vista de lo anterior, no sorprende que los vehículos compactos sean la primerísima opción de la mayoría de conductores que apuestan por el renting.