Cuando compramos una vivienda de segunda mano, en la firma de la compraventa ante notario el vendedor nos dará las copias de las llaves de la casa. Pero salvo casos en los que conocemos bien a la persona que nos vende la vivienda, lo normal es que sepamos poco de esa persona e incluso desconozcamos la historia del apartamento o casa que hemos comprado.

No sabemos cuántas copias de llaves pueden circular por ahí. Tanto las que se haya podido quedar el vendedor como las que hayan podido conservar otras personas, por ejemplo, antiguos inquilinos o parejas. 

Por eso, la medida de seguridad más importante al comprar una vivienda de segunda mano es llamar a cerrajeros 24 horas baratos en cadiz y cambiar inmediatamente la cerradura de la casa. Así, tendremos la absoluta seguridad de que nadie podrá acceder a nuestro hogar. De paso que se hace esto, se puede solicitar a los profesionales que examinen la puerta y nos digan si es o no segura.

Si la puerta no es suficientemente segura es recomendable cambiarla para evitar que sea una tentación para cualquier caco que vea que puede abrirla fácilmente. Comprar una puerta de calidad es invertir en tranquilidad y, por tanto, no vale la pena escatimar en este gasto.

Si la vivienda es un bajo o tiene fácil acceso desde un patio o desde la calle, hay que revisar las ventanas. Todas deben de cerrar de manera perfecta para que no puedan abrirse tan solo con empujar. Y, en el caso de los bajos, es buena idea contar con persianas de seguridad para cuando no se esté en el hogar.

Otro tipo de seguridad que también es importante revisar es el que tiene que ver con las instalaciones de gas, sobre todo si la casa no se ha utilizado en tiempo. Comprueba que tiene las revisiones pasadas y, si desconfías, llama para que realicen una inspección de paso que realizas el cambio de contrato a tu nombre. Así, estarás tranquilo respecto a este punto y tu familia podrá utilizar el gas sin miedo a que pueda estar en mal estado la instalación o haya sido descuidada.

Por último, comprueba que todos los desagües funcionan correctamente y no pongas la lavadora o el lavavajillas sin estar en casa, al menos las primeras veces. Revisa todos los interruptores de la luz y comprueba que no hay cortocircuitos y que todo funciona como es debido.