Desgraciadamente, existe mucho desconocimiento sobre la cirugía estética lo que implica decepciones, errores y quejas. Hace poco, una amiga llegó súper alterada porque en una clínica le habían dicho que la liposucción no era la mejor manera de ‘perder peso’. No quise herir sus sentimientos, pero le aconsejé que buscara otra opción si lo que pretendía era adelgazar. Ella me dijo que yo había perdido peso después de la liposucción y yo le recalqué lo de ‘después’…

Cuando yo misma buscaba una clínica de Liposucción Galicia estaba parecido a como está mi amiga ahora: muy perdida. Oía campanas pero no sabía dónde. Tenía la certeza de que la lipo era una forma de quitar kilos de encima y ya está, pero no es exactamente así. Por suerte, yo encontré una clínica cuya base es la honestidad en el tratamiento con el paciente, algo que debería ser obligatorio en todos los centros que se dedican a esta actividad.

Yo me presenté ante el cirujano con las cuatro cosas que me habían contado o que había escuchado de pasada. La primera idea era errónea y de ella venían todos los demás equívocos. La liposucción no es una intervención con la que se adelgace: se moldea y se tonifica, pero no se pierde una cifra apreciable de peso.

En la clínica de Liposucción Galicia me sentí decepcionada cuando escuché esto: ¿pero entonces quién quiere hacerse esta operación si no adelgazas?, pensé. Al eliminar pequeños depósitos de grasa, aunque no se pierda un peso significativo, se moldean ciertas partes del cuerpo, de forma que el resultado general es más armónico. Por ejemplo, si quitamos parte de la grasa de las cartucheras, esa zona tendrá otra apariencia y el aspecto general cambiará. Ese es uno de los beneficios reales de la liposucción.

Así que cuando salí de la clínica, creí que nunca me iba a hacer esa intervención, que no merecería la pena, pero después de reflexionar, me di cuenta que no todo es perder peso: un cuerpo sano y saludable se consigue de muchas maneras. Gracias a la liposucción conseguí sentir mi cuerpo más armónico, me llené de autoestima y, después, sí perdí peso… pero en el gimnasio y comiendo mejor.