La postproducción es el proceso por el cual el material filmado acaba convertido en una película. Se compone del proceso de montaje de las imágenes y también del proceso de montaje del sonido. Es un proceso que precisa de personas meticulosas, muy amantes del cine y que son capaces de entender muy bien la visión de la película del director. Si eres una de estas personas tu futuro podría estar en un Master en Postproducción cinematografico Madrid.
El primer paso del trabajo consiste en hablar con el director para entender qué es exactamente lo que quiere. Entender su visión de la película será básico para lograr un buen resultado. Lo ideal es que haya una buena relación y se trabaje codo con codo. Habrá que visualizar todo el material filmado y seleccionar aquello que se quiere que aparezca en la película y descartar lo que no. Lo seleccionado habrá que ordenarlo y organizarlo para que todo tenga sentido.
Hecho el trabajo de las imágenes, hay que comenzar con el del sonido. Todo tiene que estar perfecto, desde los diálogos hasta los ruidos que pueda haber y, por supuesto, la música. Todo debe de encajar como en un puzzle, sin forzar, para que el resultado sea una película que refleje la idea del director, en la que no haya saltos inexplicables y en el que la historia tenga todo su sentido.
Hay famosos casos de películas que en la sala de montaje han acabado absolutamente destrozadas por el mal criterio a la hora de escoger las imágenes que aparecerían o no en la película, sobre todo cuando hay presiones para que esta tenga una duración comercial pero la historia es muy densa y hay muchos matices que es necesario explicar.
También hay casos al contrario, de películas que parecían condenadas al desastre hasta que un buen trabajo en la sala de montaje consiguió que todo tuviera sentido y que se produjera el milagro: una película que se convierte en todo un éxito cuando ya parecía imposible que llegara a tener siquiera sentido.
Tras la película, quedará introducir créditos y todo estará listo para su proyección en una sala de cine que es, a fin de cuentas, el objetivo final de cualquier película: ser vista por miles de espectadores que la disfruten y que encuentren que el trabajo que se ha invertido en ella ha merecido la pena.