Hace años, cuando algún amigo me contaba que sus padres iban una vez a la semana o al mes a comprar yo no daba crédito. ¿Cómo se arreglan para hacer toda la compra de una sola vez? En mi casa siempre se compró varias veces a la semana, a nadie le gustaba ir cargado hasta arriba. También es verdad que en frente de casa de mis padres siempre ha existido un supermercado que, aunque ha cambiado varias veces de titularidad, se ha mantenido abierto desde que nací… y sigue.

Pero mi vida ha cambiado mucho y yo ya no tengo un súper en frente de casa. Y ahora a mí también me toca ir al supermercado a hacer la gran compra semanal. Llenamos un carro y podríamos llenar uno y medio, pero no damos abasto. Buena ‘culpa’ la tiene nuestro hijo enganchado como está a la leche. Suponemos que le viene de familia, porque nosotros también somos grandes consumidores de leche. Pero es que él se funde ocho litros a la semana. El niño está creciendo: es normal ¿no?

Nosotros que somos más de mirar el valor nutricional leche desnatada preferimos beber esta, aunque hemos probado otras, sobre todo la sin lactosa, tan de moda últimamente: tiene un sabor curioso pero nosotros estamos muy acostumbrados a la desnatada que tiene un sabor menos fuerte y dulce.

Si sumamos la leche que bebemos nosotros a la semana salen unos 12 litros en total. Eso son 12 kilos solo en leche en el carrito de la compra. Y luego está el agua. Mi mujer se acostumbró desde hace años a beber agua embotellada y yo me he contagiado. El niño de esto no es culpable: bebe mucha menos agua. Más o menos, unos 7 litros de agua a la semana… porque yo, a veces, bebo del grifo. Son 20 kilos a la semana solo en leche y agua.

Aunque para nosotros es importante el valor nutricional leche desnatada y del resto de productos que compramos yo estoy pensando seriamente en volver a beber agua del grifo en exclusiva para reducir un poco esta pesada carga semanal…