El verano ya empieza a acercarse y la temporada del barco también. Casualmente el otro día me encontré a una pareja de amigos que me comentaron que se habían comprado un barco o que lo habían heredado, ahora mismo no lo recuerdo muy bien. Me alegró mucho oírles esta noticia porque de esta forma ahora ya tenemos más barcos de personas conocidas con las que podemos hacer excursiones. 

Es cierto que cada vez hay más lanchas en galicia pero hay que reconocer que teniendo el océano al lado sería raro que no lo aprovechásemos comprando embarcaciones de recreo. El principal motivo de este aumento de embarcaciones de recreo es que el barco te da una privacidad que no puedes conseguir en las pobladas playas de nuestras ciudades, pero eso sí el agua está mucho más fría que la que podamos encontrar en cualquier playa. 

Este va a ser nuestro cuarto año con el barco, y he de decir que me encanta ir a la playa pero ir al barco ha subido la calidad del verano. Otro motivo para preferir el barco a la playa es que cuando vamos al barco, es que nunca tenemos que buscar aparcamiento en la playa, algo que por lo general te hace perder bastante tiempo. En el pantalán donde tenemos amarrado el barco hay una explanada bastante grande donde siempre hay sitio para poder aparcar sin ninguna clase de problemas.

 

El problema que tenemos este año es que no hemos podido sacar el barco del agua para poder hacerle las reparaciones necesarias anuales que hay que hacerle, pero como sigue flotando por ahora no nos preocupa tener que pintarla este año. La pintura que lleva el casco de los barcos es de lo más importante porque hace que los barcos sean impermeables y que no filtren agua.

 

Sea como sea este verano vamos a aprovecharlo como si fuese el primero, ya que todavía me queda alguna esperanza de que nos vacunen antes de que el verano comience  y podamos disfrutar de un verano sin tener que pensar más en la pandemia ni en nada que tenga que ver con eso.