Quizás has ido a pasar un fin de semana agradable a tu finca o a una propiedad en el campo y te has encontrado al llegar que la cerradura se ha deteriorado por el paso del tiempo y que no puedes abrirla. Lo que iba a ser un día de relax empieza de la peor manera pero, no obstante, puede mejorar rápidamente sin que las cosas se compliquen demasiado.

Lo primero que tienes que hacer es llamar a Cerrajeros en Santander que dispongan de un servicio rápido o de urgencias y que puedan acudir en muy poco tiempo para abrir esa cerradura. Quizás, si se ha oxidado o tiene porquería en el interior, sea necesario quitarla y sustituirla por una nueva.

En algunos casos, la cerradura se podrá limpiar y se reutilizará sin problemas, aunque hay que asegurarse de que realmente no tenga daños. Esto es interesante si varias personas tienen llaves de la propiedad y resulta complicado contactar con todos para proporcionarles una nueva llave.

Lo más importante es que la puerta de la propiedad no sufra daños, así no habrá que gastar demasiado dinero y además, se podrá continuar con el fin de semana tal y como estaba previsto quedando todo en un incidente sin más importancia.

Aprovechando la ocasión, puedes solicitarles que te aconsejen sobre el mejor sistema para cerrar tu finca cuando no acudes con demasiada frecuencia, para evitar que pueda volverte a suceder algo así. Ellos podrán aconsejarte sobre una cerradura de calidad, que resista bien la intemperie.

Las cerraduras de exterior deben de ser muy resistentes y de buena calidad, pero en algunas ocasiones pueden contar con una tapa a mayores que impida la entrada de polvo o de hierbas que puedan acabar dañando el sistema interior de la cerradura.

Cuando no se accede a menudo a una propiedad es mejor no invertir en puertas de motor con apertura por mando a distancia, ya que la falta de uso también puede ser una causa de que acaben oxidándose o simplemente estropeándose. Al llegar y querer entrar es fácil encontrarse con que el sistema no funciona seguramente porque no se ha realizado ningún mantenimiento durante la ausencia.

Para evitar estos disgustos, lo mejor es una cerradura convencional, que en caso de que falle puede ser rápidamente reparada por un cerrajero a un coste mucho menor que un motor de arrastre para puertas.