El otro día tuve un pequeño problema en el baño, mientras estaba mandando un mensaje con mi teléfono móvil tropecé y mi teléfono móvil fue directo al inodoro, menos mal que tengo un seguro smartphone que me valió para que me diesen otro teléfono móvil, de otro modo no me hubiese quedado otro remedio que tener que comprarme otro teléfono móvil, ya que el agua no es que sea muy beneficiosa para los móviles.
Y a decir verdad el seguro de mi smartphone se lo hice porque a uno de mis amigos se le había caído su teléfono móvil al mar mientras estábamos pescando un día en unas rocas, y como él ya lo tenía asegurado en muy pocos días le dieron otro teléfono móvil igual al que tenía, esto me abrió los ojos y me hizo darme cuenta que era necesario tener un seguro para mi smartphone, porque nunca sabes lo que te puede pasar con tu teléfono móvil, y en los días que corren hoy en día que estamos atados a nuestros teléfonos móviles, pasar unos pocos días sin nuestros móviles es un suplicio. Aunque por otra parte también de vez en cuando es necesario que nos hagamos una cura del móvil, pasar una semana al año sin nuestro teléfono móvil nos vendría muy bien a todos, así recordaríamos cómo éramos antes de que los teléfonos móviles se adueñasen de nuestras vidas. La gran mayoría de la gente se asombraría de lo que sus teléfonos móviles les han cambiado. Pero estoy seguro de que mucha gente cambiaría de forma de ser si no tuviese que estar pendiente de su teléfono móvil durante una semana o dos, cuando se diesen cuenta de que el móvil solo sirve para hacerte perder el tiempo que podrías estar utilizando para otras cosas mucho más productivas. Un año me dejé mi móvil en madrid en casa de mi hermano durante una o dos semanas y nunca había disfrutado tanto del tiempo para mi como durante esas dos semanas, pero por desgracia eso terminó cuando mi hermano volvió a casa y me trajo mi teléfono móvil, desde esa siempre que voy a algún sitio en el que pueda tener el móvil apagado, así lo hago.