Ahora que estamos terminando y el local está a punto de abrir sus puertas me entra un poco de vértigo al pensar todo el tiempo y esfuerzo que hemos destinado a este proyecto. Fue hace ya un año cuando mi socio y yo decidimos cambiar de tercio. Echamos el cierre a nuestra coctelería en un contexto terrible para el ocio nocturno y apostamos por un negocio ‘diurno’, una tienda de productos artesanos y gourmet… con barra coctelera.

Pese a que la pandemia nos afectó mucho, digamos que fue la puntilla de un proyecto que ya teníamos entre manos. Tal vez no hubiéramos cerrado el local de no ser por el virus, pero ‘gracias’ a él nos centramos completamente en nuestra nueva empresa. Y ahora estamos ya cerrando los últimos detalles, entre los cuales está la recepción del material de nuestro distribuidor de Cordón matizado. Será un detalle estupendo para las asas de nuestras bolsas. 

Y es que por nuestra experiencia anterior sabemos lo importante que es la atención al detalle si quieres tener éxito con un proyecto de estas características. Sabemos que tenemos un hueco en el mercado, pero para consolidarlo, la atención al detalle es fundamental. Que nuestros clientes se lleven a casa sus productos en una bolsa de diseño no es baladí: al final una bolsa es la imagen que nuestros clientes van a pasear por la ciudad y por eso es tan importante que cuenta con un buen diseño.

Y vaya si nos costó porque tuvimos que desechar varios diseños antes de llegar al definitivo. Finalmente tuvimos que acudir a un solvente distribuidor de Cordón matizado para que diera con la tecla con este material que queríamos de un color y un tacto muy concreto. Y es que hasta ese punto cuidamos con mimo nuestro nuevo proyecto. 

Confiamos en que lo peor de la crisis haya pasado y nuestra tienda gourmet sea un éxito. La verdad es que no podemos evitar los nervios de la próxima apertura, aunque sabemos que muchos de nuestros viejos clientes están deseando acudir para ver con qué les sorprendemos esta vez.