Casi es un tema tabú cuando se habla tener un niño, pero el coste económico que se deriva de este hecho es considerable, es decir, es algo a considerar. Mezclar algo tan bonito y natural como la maternidad o la paternidad con el dinero suena feo, pero en una sociedad capitalista como la nuestra todo se puede cuantificar en dinero, hasta el nacimiento de un niño.
Cuando mi marido y yo empezamos a tener dificultades para concebir, empezamos a mirar (primero de reojo y luego directamente) otras opciones. Y entre esas otras opciones siempre está la fecundación in vitro. Lo primero que hicimos fue localizar una clínica especializada que nos diera la suficiente confianza. Por una amiga común que había tenido el mismo problema que nosotros acudimos a una clínica. Y la decisión, a todas luces, fue la correcta.
Y fue correcta también por la forma en la que abordaron ese espinoso tema del coste económico. Ni mi marido ni yo somos millonarios: tenemos trabajos normales y no nos sobra precisamente el dinero. Habíamos sido previsores y habíamos ahorrado algo para el momento en el que decidiéramos ser padres. Pero no esperábamos que el coste se disparara.
En la clínica nos informaron sobre la fecundación in vitro con Diagnóstico DGP que era algo que también valorábamos. Pero cuando llegó el momento de hablar de dinero (porque todo cuesta en esta vida y esto cuesta bastante) enfocaron el tema con total sinceridad y sin ambages: como tiene que ser. No hay que olvidar que se trata de un negocio que, aunque trata con un elemento muy delicado como es la concepción, no deja de ser negocio. Nosotros éramos los clientes y así nos comportamos desde aquel momento. Y tuvimos un trato acorde con lo pagado.
Además, nos explicaron claramente las posibilidades de financiación y nos acogimos a uno de sus planes ya que optamos por la fecundación in vitro con Diagnóstico DGP previo lo que elevaba el precio.
Todo salió finalmente bien, nuestro hijo es sano y estamos muy felices. Pero también aprendimos, y así se lo hacemos ver a los que nos preguntan, que hay que estar muy atentos al coste de los servicios que conlleva optar por una reproducción asistida.