Siempre fui un poco escéptico con todo lo que supone comprar por internet, pero desde hace un par de años, sobre todo desde la pandemia, empecé a hacerlo todo usando la red y debo decir que casi hasta me he enganchado. Es una tendencia muy mía, pasar de un extremo a otro sin estar nunca en el punto medio. Por eso ahora estoy tratando de volver a las tiendas físicas para moderarme un poco, porque soy capaz hasta de hacer la compra en el supermercado desde el móvil, como en los anuncios de televisión.

Por eso hace poco volví a una mueblería que hacía como dos años que no iba. Mi idea era comprar estores o, al menos, mirar un poco lo que tenían. Pero, claro, estas grandes superficies enfocadas al hogar no solo encuentras lo que buscas, sino también decenas de cosas que no buscabas, pero que empiezas a pensar que tal vez necesitas. 

Y es que el equipamiento y la decoración del hogar nunca termina del todo. Siempre hay cosas que se pueden mejorar o cambiar. Y en nuestro caso con más razón porque llevamos una temporada de mucho trabajo que prácticamente no nos deja tiempo para nada. Y todo lo relacionado con la casa siempre se acaba quedando en el tintero, porque la decoración y los muebles de la casa nunca suelen ser prioridad a no ser que sea un colchón o algo así imprescindible. 

Pero lo de comprar estores no era exactamente una prioridad en los últimos tiempos. Por eso miré primero por internet para ver qué nos podíamos encontrar. Está claro que, en casi cualquier ámbito hoy en día es posible comprar cualquier cosa por internet y los estores no son una excepción. Pero antes de decidirme quería revisar in situ lo que podían ofrecerme unos grandes almacenes. 

Y debo decir que la conclusión que saco es que lo mejor es combinar ambos mundos, el virtual y el físico para tener un panorama completo. Es decir, creo que ambos se complementan y no son excluyentes. Negar las ventajas de comprar por internet es absurdo, pero también lo es negarse a volver a las tiendas.