Si consultamos con un buen especialista en tratamientos de ansiedad Pontevedra nos dirá que la ansiedad siempre hay que tomarla en serio. Porque es un síntoma de que hay algo que está fallando o que no estamos gestionando correctamente. Ignorar la ansiedad solo porque los síntomas no son muy intensos, solo llevará a que ésta aumente. Y cuanto más grave sea, más complicado será el tratamiento. Por eso, lo mejor es comenzar ante los primeros síntomas para saber atajarla antes de que sea una complicación fuerte en nuestra vida.
La ansiedad tiene síntomas físicos y síntomas psicológicos. Entre los síntomas físicos pueden estar los mareos, la dificultad para respirar, la sensación de náuseas, las taquicardias y problemas para dormir o para mantener el deseo sexual entre otros. Entre los problemas psicológicos están la depresión, la dificultad para tomar decisiones, la inseguridad o la aparición de miedos y fobias de diversos tipos.
En algunos casos es necesario combinar un tratamiento psicológico con un tratamiento psiquiátrico, sobre todo si es preciso tomar medicación. Es importante evitar automedicarse con ansiolíticos ya que este tipo de tratamientos pueden tener un efecto rebote si no se toman correctamente, en las dosis exactas y durante el periodo de tiempo estrictamente necesario.
Son tratamientos muy adictivos que hacen que la persona se sienta mejor desde casi el primer día, pero esa sensación de mejoría no es real. Es algo así como si nos diesen una pastilla que nos quitase el dolor de un tobillo lesionado por un sobreesfuerzo al correr y siguiésemos corriendo. Tarde o temprano el dolor volvería a aparecer y sería mucho peor ya que no solo no lo hemos curado, sino que hemos continuado con la actividad que causaba el problema.
El tratamiento puede ayudarnos a evitar esa angustia y ese malestar que sentimos cuando la ansiedad nos domina, pero si no trabajamos en sus causas y en cómo combatirla, no estaremos haciendo lo correcto. Este trabajo tiene que ser minucioso ya que no siempre se conocen las causas que provocan ansiedad en el paciente y puede ser necesario usar la psicoterapia para averiguarlas. Una vez identificadas, habrá que ver qué herramientas son las más adecuadas para que la persona pueda sobreponerse.
Hay personas que tienen una predisposición a la ansiedad y que tienen que luchar durante toda su vida contra ella. Otras, por el contrario, solo la sufren en momentos concretos de sus vidas. Sea como fuere, se trata de una situación muy desagradable que no hay por qué vivir solo y sin ayuda.