El Renting de coches compactos vive su edad dorada debido a la popularidad y oferta prestacional de este segmento, caracterizado por el tamaño mediano de sus vehículos. Sin embargo, los compactos o hatchback son mucho más que eso. Gracias a su carrocería dividida en dos volúmenes y su diseño a caballo entre las berlinas y los utilitarios, este modelo goza de una versatilidad y rendimiento incomparables.

 

Una de las razones por las que los compactos triunfan en el sector del renting es la asequibilidad. A diferencia de los SUVs, los sedanes o las pickups, este tipo de vehículo cuenta con una horquilla de precios accesibles a pequeños y grandes ahorradores. Lógicamente, no todos los fabricantes comercializan coches de renting económicos, pero la relación calidad-precio es muy competitiva, en general.

 

Por otra parte, la creciente demanda de compactos en el renting se explica por su alta movilidad. Los atascos las vías saturadas y otros males de grandes núcleos urbanos no son un problema para este tipo de vehículos, poseedores del tamaño idóneo para desenvolverse en pequeños y grandes municipios, con independencia de la afluencia de la masificación del tráfico.

 

Otra ventaja del coche compacto que cada vez más conductores valoran es la facilidad para estacionar. La longitud mediana de su chasis simplifica la tarea de maniobrar y posicionar el vehículo por espacios reducidos y angostos. Aunque no pueden competir con los microcoches y modelos urbanos del segmento A, los propietarios de compactos tienen motivos suficientes para ‘sacar pecho’ a la hora de aparcar.

 

Los compactos también son sinónimo de rendimiento, equipamientos y prestaciones elevadas, como han puesto de manifiesto modelos como el Seat León, el Mazda3 y el Mini Countryman.

 

En vista de lo anterior, no sorprende que los vehículos compactos sean la primerísima opción de la mayoría de conductores que apuestan por el renting.