Vigo y sus comunicaciones por mar

No se puede acusar a Vigo de estar de espaldas al mar, todo lo contrario. Las comunicaciones en barco son algo habitual en esta ciudad que se comunica con sus vecinos de ría, Cangas y Moaña, a través de línea regular de barco. Muchos viajeros utilizan cada día el barco como un transporte público más para ir a trabajar evitando tener que coger la autopista o aguantar los atascos en la carretera. Además, el precio del billete es muy reducido y se puede usar la tarjeta de abono de transporte, por lo que sale realmente económico viajar de esta manera.

El barco es también el modo de ir a las Cíes. El barco islas cies desde vigo lleva a muchas personas cada año, algunas de las cuales viajan por su cuenta para disfrutar de un día de playa o de senderismo. Pero también hay la posibilidad de contratar un viaje con guía, que nos llevará a descubrir todos los secretos de estas islas y nos ayudará a entender mejor lo que tenemos delante y por qué es tan importante conservarlo. Este tipo de viajes son, habitualmente, de un día. Pero durante el verano funciona un camping en el que es posible reservar para pernoctar. Cuando se va a pasar el día por cuenta propia hay que gestionar un permiso con la Xunta ya que el paso de personas está limitado. Pero en las excursiones y camping, ellos se encargarán de todo para que tengas la mejor de las experiencias.

El mar es también protagonista del ocio en Vigo. En la misma ciudad es posible ver el puerto deportivo con una gran cantidad de embarcaciones. Son muchas las personas que tienen sus pequeños barcos de recreo para disfrutar por la ría o incluso con rutas más largas. Algunos de setos barcos pueden alquilarse, con o sin patrón, para disfrutar de bonitos paseos y de un día diferente a bordo de un velero o de un yate.

Por último, el mar también es protagonista de la playa de Vigo, Samil, y del deporte que se realiza allí durante todo el verano. Además del turismo de sol que aprovecha para darse un chapuzón, podemos encontrar en Vigo escuelas de vela, de windsurf, surf y también de buceo. Algunos de estos deportes de practican durante todo el año y tienen muchos seguidores en la ciudad, como es el caso del surf y del buceo.

Principales rutas de trekking en las islas Cíes

El ecoturismo reconoce en comunidades autónomas como Galicia uno de sus escenarios privilegiados. En particular, cada vez más entusiastas del senderismo eligen destinos como las islas Cíes para sus escapadas.

Multitud de rutas y travesías invitan aquí a practicar esta actividad al aire libre. Después de informarse acerca de las islas cies reservas online y de obtener los permisos exigidos, los interesados están en disposición de recorrer los casi dos kilómetros del ascenso al alto de Monte Agudo.

Esta ruta, conocida popularmente como la del Alto del Príncipe, transita por enclaves tan turísticos como la playa de Figueiras o el mirador natural de la Silla de la Reina, con vistas del Lago dos nenos.

Por su parte, la ruta del Faro do Peito es más desafiante en términos de extensión y de duración, con casi tres kilómetros de recorrido que duran una hora, respectivamente. En su desarrollo atraviesa cuevas marinas, embarcaderos de época y un observatorio de aves.

Los senderistas tampoco dejarán pasar la oportunidad de realizar la travesía del Monte del Faro, la más popular de las que pueden disfrutarse en las islas Cíes. Se extiende tres kilómetros y medio durante más de una hora, que hará especialmente corta a los amantes de la naturaleza por la rica avifauna que puebla sus entornos. De particular interés es la observación de las colonias de gaviotas, cormoranes, paíños y alcatraces en la isla Norte o Monteagudo.

La última ruta de trekking es la de Faro da Porta, similar en parte a la de Monte del Faro, con la que comparte un trecho significativo de su recorrido. Los senderistas tienen aquí la ocasión de visitar arenales como Rodas y Nosa Señora y un dique próximo al Lago dos nenos, antes de alcanzar el histórico Faro da Porta que deleita a sus visitantes con una panorámica de la bahía.

Recomendaciones para elegir un camping

La experiencia de acampar al aire libre, lejos de la contaminación y del mundanal ruido de la ciudad, es una actividad de creciente demanda en nuestro país. Una de las razones es la amplitud de la oferta de campings disponibles. Incluso los principales parques y espacios protegidos de la Península cuentan con áreas destinadas a la acampada —el camping La Aldea del Parque Nacional de Doñana, el camping illas cies del famoso archipiélago de las Islas Atlánticas, etcétera—, lo que estimula esta forma de ecoturismo.

 

Para elegir el camping más adecuado, es recomendable considerar el presupuesto disponible y realizar, en función de sus limitaciones y posibilidades, una primera criba del mercado. Estos descartes iniciales evitarán dedicar tiempo a opciones inasequibles, permitiendo concentrar los esfuerzos en aquellas que realmente estén a nuestro alcance.

 

Seguidamente, los interesados deben decidir el tipo de camping que mejor se adapta a sus gustos y necesidades. Los hay de lujo, popularmente llamados glamping, que ostentan las cinco estrellas de la clasificación europea o los tres triángulos del antiguo ranking autonómico. Estos campings destacan por la disponibilidad de parcelas con alrededor de 50 ó 60 metros, el acceso a agua caliente y otras prestaciones dignas de un hotel de primer nivel.

 

Los campings de segunda y tercera clase, por su parte, muestran de uno a dos triángulos o de una a cuatro estrellas, dependiendo de la clasificación adoptada por la empresa en cuestión. Las parcelas son más reducidas, y la oferta de servicios y prestaciones es básica, si bien el acceso a internet o el agua corriente no son carencias habituales.

 

La gama de actividades disponibles también es un parámetro a considerar al elegir un camping. En España pueden encontrarse campings infantiles equipados con toboganes, tirolinas y parques acuáticos u orientados más al relax y disfrute del público adulto. Hay campings, incluso, para los seguidores del naturismo y otras prácticas similares.

Ruta fotográfica por las Cíes

Son muchos los motivos para visitar las Cíes, islas de gran belleza y que forman parte del Parque Natural marítimo-terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia, un espacio protegido y que tiene restringidos el número de visitantes diarios.

Las Cíes son tres islas, la isla del Norte o Monteagudo, la isla Del Medio o do Faro y la isla Sur o San Martiño. La isla Norte y la isla Do Faro están unidas por el arenal de la playa de Rodas, considerada una de las mejores del mundo en cuanto a calidad de la arena, aguas y belleza. También se ha construído un istmo artificial para poder caminar de una isla a otra independientemente de la marea.

Los barcos que hacen diariamente la ruta a las Cíes desde Vigo o desde Baiona dejan a sus viajeros en la isla Norte y estos pueden moverse con libertad por ambas islas. La isla Sur solo se puede visitar en embarcación privada si se cuenta con los permisos necesarios. 

Muchos de los que se acercan a las Cíes lo hacen para disfrutar de las playas y también de su camping, uno de los más solicitados de las Rías Baixas. Pero no solo se visita la isla en verano y el perfil de quienes acuden fuera de temporada es el de grupos que quieren disfrutar de rutas de senderismo y realizar increíbles fotos islas cies.

Las rutas fotográficas tienen cada vez más éxito ya que las vistas desde las islas son muy bonitas, pero lo que te puedes encontrar en las mismas lo es todavía más. Su vegetación y su abundancia de aves hace que muchas personas disfruten un día entero buscando la mejor imagen, el ángulo perfecto o fotografiando los mismos lugares con diferentes luces según avanza el día.

Aunque hay asociaciones que organizan rutas guiadas en las que expertos pueden ayudar a quienes tienen menos experiencia o no conocen la zona para conseguir las mejores imágenes, los fotógrafos con más experiencia prefieren realizar las rutas solos o con un grupo reducido para poder encontrar las imágenes más originales y personales y disfrutar de su afición a su ritmo, por las rutas que más les gusten y sin presiones.

Y, para los que sin ser profesionales de la fotografía disfruten de un día diferente tomando imágenes, las rutas de senderismo son perfectas para ir en familia o con los amigos y tomarse fotos y selfies que serán la envidia en cualquier red social.

CADA VEZ SOMOS MÁS

El verano ya empieza a acercarse y la temporada del barco también. Casualmente el otro día me encontré a una pareja de amigos que me comentaron que se habían comprado un barco o que lo habían heredado, ahora mismo no lo recuerdo muy bien. Me alegró mucho oírles esta noticia porque de esta forma ahora ya tenemos más barcos de personas conocidas con las que podemos hacer excursiones. 

Es cierto que cada vez hay más lanchas en galicia pero hay que reconocer que teniendo el océano al lado sería raro que no lo aprovechásemos comprando embarcaciones de recreo. El principal motivo de este aumento de embarcaciones de recreo es que el barco te da una privacidad que no puedes conseguir en las pobladas playas de nuestras ciudades, pero eso sí el agua está mucho más fría que la que podamos encontrar en cualquier playa. 

Este va a ser nuestro cuarto año con el barco, y he de decir que me encanta ir a la playa pero ir al barco ha subido la calidad del verano. Otro motivo para preferir el barco a la playa es que cuando vamos al barco, es que nunca tenemos que buscar aparcamiento en la playa, algo que por lo general te hace perder bastante tiempo. En el pantalán donde tenemos amarrado el barco hay una explanada bastante grande donde siempre hay sitio para poder aparcar sin ninguna clase de problemas.

 

El problema que tenemos este año es que no hemos podido sacar el barco del agua para poder hacerle las reparaciones necesarias anuales que hay que hacerle, pero como sigue flotando por ahora no nos preocupa tener que pintarla este año. La pintura que lleva el casco de los barcos es de lo más importante porque hace que los barcos sean impermeables y que no filtren agua.

 

Sea como sea este verano vamos a aprovecharlo como si fuese el primero, ya que todavía me queda alguna esperanza de que nos vacunen antes de que el verano comience  y podamos disfrutar de un verano sin tener que pensar más en la pandemia ni en nada que tenga que ver con eso.