Granada, mi ciudad de encanto y cuestas empedradas, también es un laberinto cuando se trata de aparcar en el centro. He pasado por todas las fases: desde la desesperación total hasta encontrar mis pequeños trucos para hacerlo más llevadero. Aquí les comparto mi experiencia personal para que no sufran como yo al principio.

Lo primero que aprendí es que la improvisación aquí es un deporte de riesgo y conseguir reservar aparcamiento en Granada centro es algo sumamente difícil. Las calles estrechas y la alta demanda hacen que aparcar sea casi una lotería. Así que, me dije, ¡toca ser estratega!

Mi salvación llegó con las aplicaciones de aparcamiento. Antes de ir al centro, abro mi app favorita y busco parkings cercanos a mi destino. La mayoría te permiten reservar con antelación y ver los precios, lo que me ahorra mucho tiempo y estrés. Además, algunas tienen descuentos si reservas online, ¡un ahorro extra que nunca viene mal!

Si sé que voy a estar varias horas, los parkings subterráneos son mi mejor opción. Aunque son un poco más caros, la comodidad de tener un sitio seguro y vigilado lo compensa. Mis favoritos son los que están cerca de la Catedral y la Plaza Nueva, ya que me permiten moverme a pie por la mayoría de los puntos de interés.

Para visitas cortas, intento aprovechar la zona azul. Sé que puede ser un poco lío con los parquímetros, pero si encuentro un hueco, es rápido y económico. Eso sí, siempre llevo monedas sueltas o uso la app para pagar, ¡no quiero multas!

Un truco que me ha funcionado es aparcar en las afueras del centro y usar el transporte público. Hay parkings disuasorios en zonas como el Zaidín o el Triunfo, desde donde puedes coger un autobús o el tranvía y llegar al centro en pocos minutos. Es una opción genial si no te importa caminar un poco o si vas a estar todo el día.

Otro consejo es evitar las horas punta. Las mañanas laborales y las tardes de compras son un caos. Si puedo, intento ir al centro a primera hora o después de comer, cuando hay menos gente y más posibilidades de encontrar aparcamiento.

Granada es una ciudad para disfrutarla, no para estresarse buscando aparcamiento. Con un poco de planificación y estos trucos, espero que su experiencia sea mucho más placentera que las mías al principio.