El auge de las apps para reservar parkings en Huelva centro no ha suplantado a los parquímetros tradicionales, que todavía siguen instalándose, en gran número además, acompañando a la oferta de estacionamientos que el Ayuntamiento crea cada año en zonas comerciales y turísticas.
Aunque impopulares, los parquímetros impiden que la gestión del aparcamiento disponible sea un caos. Como sabes, estos dispositivos facilitan el ordenamiento del parking público y la medición del tiempo que cada conductor pasa en una plaza determinada. Su funcionamiento ha crecido en complejidad y sofisticación a medida que se modernizaban estos aparatos.
La motorización de Huelva se produjo durante las primeras décadas del siglo veinte, y aproximadamente durante esta época nació el primer parquímetro, no en la ciudad andaluza sino en Oklahoma (Estados Unidos).
Esta tecnología cruzaría el Atlántico en la década de los ochenta, cuando recalaría primero en grandes ciudades como Madrid o Barcelona, antes e implementarse en el municipio onubense.
Los actuales parquímetros de Huelva se abastecen parcialmente con paneles solares y basan su sistema de pago en la identificación de la matrícula, con o sin tarjeta de prepago. Esta última agiliza el proceso de pago y puede recargarse en el mismo terminal.
Los parquímetros digitales, que casi han reemplazado a las unidades analógicas, disponen de pantallas que permiten elegir entre la tarifa convencional y la comercial o de taller. Sus opciones incluyen la anulación de posibles denuncias. Con ello, el conductor evita perder su tiempo al recurrir la multa y las autoridades ven aliviada su carga burocrática.
Pese a sus ventajas, la red de parquímetros tiene sus limitaciones. La rapidez en el cobro, la comodidad de uso y la exactitud en la medición del tiempo de uso son ahora superadas por la aplicación Apparkya, que en la actualidad asume la gestión de tres mil aparcamientos en Huelva.