De excursión por Ons con tu grupo de rutas

¿Tienes un grupo con el que sales a caminar cada vez que el tiempo lo permite? Si es así, seguro que siempre estáis buscando nuevos lugares para conocer y disfrutar de un bonito paisaje, además de pasar un rato juntos. Por suerte, en Galicia siempre hay rutas para disfrutar porque contamos con muchos espacios naturales de gran belleza. Y uno de ellos es la isla de Ons.

Organizar excursiones en Ons es fácil, porque no hay que realizar excesivos trámites. Solo hay que buscar un día en el que haya plazas libres para pedir el permiso de visita y, una vez cumplido con este trámite, reservar los billetes en el barco desde el punto fijado para la salida. 

Si se viene desde lejos, se puede organizar la llegada a Vigo, un punto fácil para llegar y acomodarse, ya sea en vehículos particulares o alquilando un minibus para llevar al grupo. Esta opción es la más cómoda para evitar conducir, sobre todo a la vuelta, ya que los autobuses hacia algunos puntos de Galicia no tienen horarios demasiado amplios.

Ons cuenta con varias rutas de senderismo. Si se va a pasar todo el día en la isla se pueden fijar al menos dos rutas para hacerlas por completo, pensando en la parada para comer. Lo ideal es llevar bocadillos para comer en plena naturaleza, todos juntos y sin depender de horarios. Pero también se puede hacer una reserva para el grupo en un restaurante. 

Los organizadores pueden ver las rutas disponibles, elegir aquellas que le parezca que darán una visión más completa de la isla y realizar una antes de comer y otra por la tarde, tras el descanso de la comida. Siempre hay que tener en cuenta dejar un margen de tiempo razonable por si surgen imprevistos o por si alguien va más lento de lo previsto, ya que es importante estar en el lugar de partida del barco al menos diez minutos antes.

¿Qué hay que llevar a Ons para caminar? Poca cosa: un calzado cómodo, una gorra para el sol, crema protectora, bañador por si apetece darse un chapuzón en algún momento, toalla, agua y la comida. En definitiva, lo puesto más una mochila pequeña que no estorbe y no suponga un peso innecesario durante la ruta. Por cierto, las rutas de senderismo no son complicadas, por lo que pueden ir personas sin una gran experiencia.

Onza, la isla ‘olvidada’ del archipiélago de Ons

Aunque la isla de Ons tiende a concentrar todas las miradas y halagos, en su extremo meridional se ubica un islote que le pertenece, aunque sea injustamente olvidado por los touroperadores. Onza, de apenas treinta hectáreas, se eleva al sur de este archipiélago, a setecientos metros del mirador de Fedorentos. Menos poblada, grande y famosa que su vecina, este islote reúne todo lo necesario para destacar entre los lugares de interés en Isla de Ons.

Este destino se alza a ocho kilómetros de Portonovo y muestra un perfil alargado, con una altura máxima de setenta metros aprox. en su cima. Su denominación significa «charco» o «agua» en la lengua celta, pero también es conocida como Onceta u Onesa.

Su orografía es mayormente escarpada y pedregosa, salvo en zonas del interior y en los extremos norte y sur, donde incluso alberga playas de aguas turquesas con arrecifes. En concreto, los arenales de Porta do Sol y As Moscas reciben tan escasa afluencia de turistas que sus visitantes se sienten como náufragos. Desafortunadamente, acceder a ellas supone un desafío debido a la ausencia de caminos y su localización entre acantilados.

Onza no es el único islote que se ha visto eclipsado por su isla vecina. Lo mismo sucede con Vionta, en el entorno de Sálvora. Su superficie, de relieve llano, abarca once hectáreas de dunas y otras formaciones arenosas, que son el hogar de roedores, reptiles y aves. A diferencia de Onza, este islote está restringido al público turista.

Por su parte, la isla de Noro o Ñoro se sitúa en la costa oriental de Sálvora, a poco más de un kilómetro de las playas de Zafra y Dos Bois. Comprende cuatro hectáreas muy rocosas y su geografía está más cerca de un peñón común que de un islote, como en realidad es.

Datos interesantes de las Rías Baixas

De Finisterre a la ría de Vigo, las Rías Baixas abarcan una franja costera y de interior con abundantes monumentos y destinos que sorprenden al público visitante: desde el Monte Faro y la Fraga de Catasós hasta el jardín del Pazo de Rubianes, sin mencionar las numerosas curiosidades de la región.

 

Una primera búsqueda de informacion Rias baixas revelará uno de los grandes ‘secretos’ de esta extensión costera, desconocido incluso para los autóctonos: la denominación ‘Rías Baixas’ proviene de un familiar cercano al célebre ‘Barón Rojo’, Ferdinand Von Richthofen, que apodó así al territorio durante unos de sus viajes debido a su extraordinaria orografía.

 

Las Rías Baixas son sinónimo de antigüedad. Con más de 110 millones de años, figuran entre las Rías Gallegas más longevas. No debe extrañar que uno de los mayores tesoros de la prehistoria europea fuera hallado en Caldas de Reis. Este municipio entre Pontevedra y Santiago se convirtió en 1940 en el escenario del descubrimiento de una treintena de piezas de oro, datadas en la Edad del Bronce.

 

Pero las Rías Baixas son la sede de tesoros naturales, además de arqueológicos. Buen ejemplo de ello es la Fraga de Catasós, que alberga una población de castaños que superan los 30 metros de altura, la mayor de su clase en Europa. Su reconocimiento vino de la mano del experto Filippo Gravatt, que propuso su introducción en la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, más conocida como FAO.

 

Los amantes de la naturaleza también quedarán gratamente sorprendidos al descubrir que las Rías Baixas albergan dos de los únicos jardines distinguidos con el galardón ‘Jardín de Excelencia Internacional’: la Ruta de la Camelia y el jardín del Pazo de Rubianes. Aunque la distancia no lo permita, estos parajes y otros muchos son visibles desde el Monte Faro, otra parada obligada para el turismo, por su situación céntrica y su altura de 1.187 metros.

4 excursiones que debes de realizar si veraneas en Sanxenxo

Una de las numerosas opciones de ocio que tienes cuando veraneas en Sanxenxo es la posibilidad de realizar excursiones programadas a lugares cercanos. Existen muchas empresas que te ofrecen la oportunidad de realizar excursiones en Sanxenxo tanto saliendo de allí como acercándote a puntos cercanos. Te contamos algunas de las más interesantes.

  1. Excursiones en barco. Las empresas propietarias de catamaranes organizan todo tipo de excursiones por la ría. Solo hay que acercarse para comprobar el nutrido catálogo de opciones que ofrecen. Desde salidas de un par de horas para ver la ría y degustar mejillones hasta excursiones de carácter cultural e incluso cenas con música en las que vas a disfrutar del placer de saborear los mejores platos como nunca has hecho: a bordo de un catamarán en la ría.
  2. Excursiones para conocer Vigo. Mucha gente se queja de que Vigo es una ciudad que tiene mucho que ofrecer al viajero, pero que al ser tan grande es fácil desorientarse o perder mucho tiempo de un lado a otro. Pero hay empresas que facilitan la experiencia ofreciendo todo tipo de excursiones por la ciudad. Desde las típicas a partir de noviembre para ver las luces de Navidad hasta las que se hacen en verano para disfrutar de las zonas de compra o del mercado de la piedra. Tras estas excursiones guiadas, ya tendrás una pequeña idea de la ciudad y podrás moverte con más soltura a tu aire.
  3. Combarro en barco. Desde Sanxenxo hay la posibilidad de viajar hasta Combarro en barco. Se dice que es uno de los pueblos más bonitos de la costa y lo cierto es que si no es así, poco le debe de faltar. Original y pintoresco, Combarro tiene todo lo necesario para que sus visitantes disfruten de la experiencia, sobre todo sus bonitos hórreos a las orillas del mar y sus cruceros. Un paseo fantástico tanto para adultos como para niños, que no debes de perderte.
  4. Visitar bodegas de vino. La zona de las Rías Baixas tiene bodegas muy famosas de vino y algunas de ellas organizan visitas que son muy atractivas para los amantes de esta bebida, pero también para el público en general. Puedes disfrutar de una mañana o de una tarde diferente, viendo de dónde procede tu vino favorito y disfrutando una degustación en las mismas bodegas en las que se produce.