Desde bien jovencita dejó de quejarse cuando íbamos al médico. Al contrario que otros niños, ella no protestaba si había que poner unas inyecciones. Tampoco es que disfrutase con ello, pero parecía entretenerse en el despacho del médico mirando los instrumentos: siempre fue fan del estetoscopio… Para nosotros era un alivio que una niña tan pequeña no diera guerra en el médico, pero no nos podíamos imaginar que ya nos estuviese mostrando su futura vocación.
Cuando al abuelo le diagnosticaron sintomas de cancer de pancreas terminal, fue todo un shock para la familia pero especialmente para nuestra hija que ya era casi una adolescente por aquella época. Poco a poco, fuimos aceptando la situación y, entre todos, hicimos lo que pudimos. Cuando finalmente falleció, nuestra hija no se mostró tan apenada como creíamos. Tanto es así que llegamos a creer que había tenido algún problema con el abuelo en sus últimos momentos. Todo lo contrario.
Un día le preguntamos directamente y ella dijo muy firme: “le prometí al abuelo antes de morir que cuando fuera mayor estudiaría medicina y curaría los cánceres”. La verdad es que se nos encogió el corazón. Nuestra hija se estaba haciendo mayor y había tomado una decisión sobre su futuro.
Yo siempre había pensado que lo de la vocación era algo un poco voluble. Tal vez porque yo nunca tuve una vocación muy concreta. Siempre me gustaron demasiadas cosas y ninguna. Por eso no creí que tan pronto pudiera surgir una afición que, a la postre, se convierta en profesión. Pero ahora que mi hija lleva dos años estudiando Medicina en la universidad he comprendido que no todos somos iguales y que hay personas que llevan en la sangre su futuro, por decirlo así.
Y aunque lleva poco tiempo estudiando ya demuestra que su afición por la medicina iba muy en serio. Todavía es pronto para empezar a especializarse pero ella tiene claro que se dedicara a la investigación sobre el cáncer. Y en cuánto pueda tratará de estudiar los sintomas de cancer de pancreas terminal para cumplir con la promesa que le hizo al abuelo.