Quedan ya pocas personas que recurran a este formato, pero siempre hay irreductibles que se niegan a dejar su colección de “cintas de música” y actualizarla. No obstante, la electrónica audio ha evolucionado mucho en muy poco tiempo y cuando una de estas cintas de cromo va dejando de escucharse, ya no es lo más actual pasarse al CD.

En pocos años hemos visto con el formato de CD que se nos vendía como una revolución en el mundo de la música y el futuro a largo plazo no lo ha sido tanto. Quienes compraron nuevamente sus vinilos pensando que estaban accediendo a un sistema que se vendía como eterno se dieron cuenta de que este era mucho más frágil de lo que se había dicho en un principio y que, finalmente, estropear un CD no era tan complicado.

Los viejos vinilos han vuelto con fuerza, ya que el sonido limpio del CD no convencía a muchos amantes de la música que lo encontraban excesivamente frío y carente de los sutiles matices de los discos convencionales. Pero siguen siendo delicados y para muchas personas, una muestra de sibaritismo más que una necesidad musical en sí misma.

Por eso, todo apunta a que el futuro de la música está en las descargas online. En un disco duro que puede abultar lo que una antigua caja de casete caben horas y horas de música que se pueden llevar a cualquier sitio. Incluso no es necesario contar con un disco duro si no se quiere estar pendiente de un formato físico. La nube permite almacenar en servidores externos toda la información que queramos tener, incluida la música y la literatura que adquirimos en Internet.

Muchas personas desconfían de la nube y prefieren tener su música y sus libros en casa, a buen recaudo. Pero la mayoría están comenzando a ceder y, al menos, usan la nube para sus copias de seguridad. Las ventajas de esta combinación son muchas: todo en un solo dispositivo que además ocupa muy poco espacio y la seguridad de que si se daña o es robado se cuenta con una copia a la que se puede acceder desde cualquier dispositivo.

Si todavía sigues escuchando casetes es hora de comenzar a pensar en cambiar de formato, sobre todo porque seguramente ya no suenen como antes. Aunque, dicen los rumores, podrían volver a estar en las tiendas en breve.