En España tenemos un postre para cada momento del año. No hay celebración que no tenga su dulce característico. Algunos de ellos comenzaron siendo típicos de ciertas zonas de España, pero gracias a Internet todo se ha ido popularizando y ahora es frecuente encontrar cocas en mesas andaluzas o Papaviejos de Semana Santa en restaurantes madrileños.

Por eso, ahora que el carnaval está aquí, es buen momento para recordar uno de los dulces típicos de esta época, esta vez de procedencia gallega: las orejas de carnaval. Resultan bastante fáciles de hacer y están deliciosas, por la que invito a probarlas.

Ingredientes que necesitarás:

1 huevo grande

Una copita de anís (esto quiere decir anís al gusto)

½ kg de harina trigo

200 ml de agua

Una pizca de sal

Raspas de limón

100 g de mantequilla la central lechera asturiana

Azúcar para espolvorear por encima y canela

La receta tradicional de las orejas llevaba manteca de cerdo en lugar de mantequilla, pero actualmente no es fácil encontrarla y además el paladar está más acostumbrado al sabor suave de la mantequilla, por lo que seguramente será más del agrado de la mayoría.

Preparación:

En una encimera con espacio para trabajar se deposita la harina a la que se le da forma de volcán. En su interior se echa el huevo batido, la mantequilla derretida y el resto de los ingredientes. El agua debe de estar templada y se va vertiendo poco a poco para dar tiempo a la harina a mezclarse.

Se amasa hasta que se vea que la mezcla está bien trabajada. Si la masa no se diera bien se le puede añadir un poco de agua templada y en caso de que esté muy líquida un poco de harina. Se sabrá que está lista cuando no se pegue ni a las manos ni a la mesa. Se deja reposar una hora aproximadamente.

Al cabo de este tiempo se vuelve a amasar y se corta la masa en pequeñas porciones, del tamaño más o menos de una nuez. Con un rodillo untado en aceite se estiran las porciones. La masa debe de quedar muy fina.

Lo tradicional es freír las orejas en aceite de oliva virgen, pero esto va para gustos y hay quien prefiere el girasol que da menos sabor a la masa. En cualquier caso, se fríen en aceite abundante y nada más salir de la sartén se espolvorean con azúcar y canela. ¡Listas para tomar!